Para nosotros los operadores de turismo alternativo, es difícil dimensionar de alguna manera el potencial turístico de la Sierra Madre Occidental en Durango, pues al visitarla, comúnmente percibimos como normales parajes verdaderamente paradisíacos, pero cada vez que salgo con un grupo de turistas, no digamos nada de extranjeros sino mexicanos como nosotros, al escuchar sus exclamaciones de asombro por lo que ven, me doy cuenta una vez mas, de lo imponente que son nuestras bellezas naturales.
Y así estábamos constatando este hecho, muy temprano en la mañana visitando las cascadas de Vencedores con un contingente de “Jeeperos” Sierra 4x4 procedentes de San Juan de los Lagos. La noche anterior, habíamos una parte de nosotros acampado y otra rentado las dos excelentes cabañas que aquí tiene el ejido Vencedores, procedentes de la Quebrada de Basis, donde pasamos por el famoso “Frunce”, una parte bastante estrecha del camino que cuando menos te hace pasar saliva y a otros más que eso, pues el camino está literalmente esculpido en una pared de piedra de unos 400 metros de altura.
No son nada más las cascadas, sino además es también el color verde intenso de la vegetación, el purísimo aire de montaña, el azul profundo del cielo, y todo un conjunto de sonidos del bosque lo que te impresiona de este rincón de la sierra, y para mi, ver a estos mas de cuarenta “Jeeperos” adultos empresarios papas, tíos, hijos, sobrinos y demás familiares literalmente retozar de gozo al ver y sentir este espectáculo, me sorprendió.
El paseo en esta ocasión, para variar, iba a ser en vehículos 4x4 para lo cual, diseñamos una ruta impresionante donde literalmente atravesaríamos de norte a sur el municipio de San Dimas por una ruta que desde su inicio nos cautivó.
Continuando con el viaje, salimos de San Miguel de Cruces donde cargamos gasolina, comida y toda la cerveza y demás espíritus embriagantes que pudimos obtener rumbo a Puentecillas, donde el bosque nos dejó a todos apabullados, después Carboneras con una vista de cuento, (con ganas de quedarme ahí para siempre) y seguimos para acampar ya por la tarde, en un ranchito llamado “El Tastito” donde amablemente el dueño nos dejó pasar la noche, y eso que darle tu hospitalidad a 18 vehículos con sus casi 60 ocupantes no es cualquier cosa, nos habla bien de los serranos, y mucho se lo agradecimos.
Tenemos aquí que hacer mención que Ayuntamiento de San Dimas, le ha metido bastante trabajo al camino y que estuvimos viajando por un camino de terracería en temporada de lluvias en terrenos que varían en un subibaja de alturas de 2800 mts. En lo alto de la sierra, a 500mts en Tayoltita, en muy buenas condiciones dadas las circunstancias.
A unos dos kilómetros después del “Tastito” , se encuentra una de las subidas más fregonas de la sierra llamada “El Resorte” pues cuando la ve uno a la distancia parece efectivamente un resorte pintado en el cerro y quiero comentarles que está fantástica. Una vez arriba la vista de la Quebrada del Piaxtla eso como si fueras volando y cuando llegas a la cima de las “Las Palmas” al ver “Socabón” y “Tayoltita” 1300 mts, directamente abajo de tí, es como para darte vértigo, no se si se puedan imaginar el camino.
De “Socabón“ hicimos una desviación y fuimos a conocer el una vez cabecera municipal y ahora pueblo casi fantasma de San Dimas, el más importante de la región por mas de cien años a finales de los 1700 y casi todos los 1800 y que por causa del agotamiento de sus en un tiempo riquísimas minas finalmente queda en lo que es ahora, una joya colonial en medio de las impresionantes Quebradas de Durango.
La llegada a Tayoltita fue de película de aventura y después de visitar con las autoridades municipales, las cuales nos dieron todo su apoyo, degustar de una rica comida y comprar nuevamente provisiones, seguimos para subir otra vez hasta 2600 mts. de altura y acampar en las cercanías del pueblito “Cebollas”, después de un espectáculo de caída de sol que sólo se puede ver a estas alturas y con este horizonte.
En la mañana un poco hastiado de la alegre muchedumbre que éramos, muy temprano me fui a caminar por un camino hacia ningún lado oyendo el cantar de los pájaros mezclarse con el murmullo de los riachuelos y observando lo maravilloso que es nuestro mundo, no pude contener la emoción y di gracias a Dios por poder vivir consciente de ello. Espero nuestros hijos tengan la oportunidad de enseñárselo en esta condición, a los suyos.
El siguiente reto, pues toda la ruta lo es, era la Quebrada de Ventanas que con sus 2400 mts. es una de las más profundas del Estado. Aquí el camino por la falta de uso, está a punto de convertirse en simple vereda para mulas y la prueba se tornó de difícil a extremadamente dura, demandando toda la concentración de los conductores y sus acompañantes al unísono.
Nuestra preocupación más grande era saber si el rio Presidio que fluye en el fondo, estaría crecido o no y si podríamos pasarlo una vez en su ribera. Todas las personas que nos habíamos encontrado en el camino, nos habían dicho que era imposible en esta temporada del año, pero gracias a que somos tercos y propositivos seguimos adelante.
Después de una perdida de varias horas y otras tantas de bajada, llegamos a “Palmarito” donde cruza uno el río y vimos con gusto que el mismo estaba medianamente bajo y procedimos a cruzar con algo de dificultad por las piedras que escondía su cauce.
El último tramo de la ruta, el ascenso al pueblo de Neveros y Mexiquillo donde pernoctaríamos esa noche, no tiene rival, parece mujer, pues así como es de bella es de peligrosa y una tormenta de verano hizo de sus sinuosas formas un verdadero embrollo que nos quitó el habla y sólo subimos y subimos, parecería que hasta el cielo, pues de hecho dejamos a varias nubes abajo, para al fin ya casi de noche llegar a la meza “Las Tranquitas” y dirigirnos a la Ciudad, pueblo donde están las Cabañas de Mexiquillo.
La mañana del Sábado después de un tour por las formaciones rocosas, túneles y cascadas de este bonito lugar, nos despedimos del un gran grupo de ahora amigos “jeeperos” Sierra 4x4 que proseguían a Mazatlán. Les deseamos bien, habíamos pasado por una prueba extrema y descubierto una excitante ruta mas de la Sierra Madre Occidental, en el Municipio de San Dimas.
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